La sierra de Burete alberga en su interior multitud de valores naturales de incalculable valor, no sólo la fauna que en ella habita resulta interesante, bajo su manto arbóreo se esconden innumerables curiosidades botánicas. En este caso nos vamos a centrar en un habitante muy particular de este entorno natural, se trata del madroño (Arbutus unedo). Este arbusto es muy abundante en algunas zonas de la Sierra de Burete. Puede llegar a medir por lo general en torno a los tres metros, aunque se han llegado a observar ejemplares de hasta diez metros, pero aquí no es el caso. Posee una corteza de color pardo rojiza con tonos grisáceos. Es capaz de mantenerse verde todo el año y tiene hojas con el borde finamente aserrado recordándonos a la hoja del laurel. Sus flores nacen en ramilletes de color blanquecino emulando una pequeña hoya como las del puchero. El fruto que genera, es una baya redonda de un color rojo anaranjado intenso, en su punto óptimo de madurez resulta un bocado exquisito, para eso nos tendremos que esperar al final del otoño. Al madroño no les gustan las heladas del intenso invierno, por eso se refugia en las zonas umbrosas de los barrancos que le ofrecen humedad en verano y abrigo en invierno. Raramente lo veremos colonizando alturas superiores a los 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Si pasamos a comentar curiosidades sobre sus usos y utilidades, podemos asegurar que sus hojas y también la corteza contienen taninos que se han empleado para el curtido de pieles. También ha sido empleado para combatir las diarreas y la disentería. Las hojas cocidas es un buen diurético así como antiséptico de las vías urinarias. Los frutos se han utilizado para hacer bebidas alcohólicas y vinagres. Su madera es un buen combustible y las raíces hacen un carbón de gran calidad. En varios países de la cuenca mediterránea se hace un brandy de madroño muy dulzón. Los tallos jóvenes se utilizaron en cestería para elaborar infinidad de útiles para el hogar. Sus frutos se pueden comer maduros directamente, también se hacen mermeladas y confituras de las de chuparse los dedos. Su madera también es utilizada en ebanistería por ser noble a la hora de trabajarla. Los griegos clásicos hacían flautas de madroño para ambientar las veladas musicales. Es una excelente planta melífera y las abejas dan buena cuenta de ello. Los bereberes del norte de África le dan un uso incluso esotérico ya que plantan madroños para espantar los malos espíritus, también realizan con el madroño exorcismos. La ingesta de frutos causa una sensación de borrachera, tanto a los humanos como a los animales que lo consumen, aunque si comparamos nuestro cuerpo con el de una ardilla podemos ver que antes pillaremos un buen empacho que una chispera madroñera.
Existe un dicho popular que versa así: “madroño, fruto de otoño”, ya que la recolección se suele hacer a finales de este período estacional. También es conocido como emborrachacabras, por el alcohol que poseen los frutos al madurar. En el noroeste de la Región se hacen mermeladas y licores de madroño de gran calidad.
Curiosidades sobre el Madroño
El madroño (Arbutus) es un género de árboles y arbustos de la familia Ericaceae, conocidos por su fruto carnoso y dulce, así como por su corteza característica. Existen varias especies de madroño, siendo las más conocidas Arbutus unedo, también llamado madroño europeo, y Arbutus canariensis, el madroño canario.
Características del Madroño
Morfología
El madroño es un árbol o arbusto de hoja perenne que puede alcanzar alturas de hasta 10 metros. Sus hojas son ovaladas, de color verde oscuro y brillante en la parte superior, mientras que en la inferior tienen un tono más claro. Las flores del madroño son pequeñas, en forma de campana y de color blanco o rosado, agrupadas en racimos colgantes. Sus frutos son bayas esféricas, de 1 a 2 centímetros de diámetro, con una textura rugosa y un color rojo intenso al madurar.
Hábitat y distribución
El madroño es nativo de la región mediterránea y de Europa occidental, aunque también se encuentra en las Islas Canarias y en América del Norte. Esta planta se adapta a diferentes tipos de suelos y climas, pero prefiere zonas con inviernos suaves y veranos cálidos, así como suelos bien drenados.
Especies
- Arbutus unedo: Es la especie más conocida y se distribuye en la región mediterránea, Portugal y el oeste de Francia. Su fruto es comestible y se utiliza para elaborar mermeladas, licores y otros productos.
- Arbutus canariensis: Es una especie endémica de las Islas Canarias y se caracteriza por su mayor tamaño y frutos más dulces.
Propiedades y usos del Madroño
Propiedades medicinales
Las hojas, corteza y frutos del Madroño han sido utilizados desde tiempos ancestrales en la medicina popular para tratar diversas dolencias. Entre sus propiedades medicinales, destacan las siguientes:
- Astringente: El madroño contiene taninos, que tienen propiedades astringentes y antiinflamatorias. Esto lo convierte en un remedio eficaz para tratar afecciones de la piel, como eccemas, dermatitis o quemaduras solares.
- Antidiarreico: Gracias a sus propiedades astringentes, el madroño también puede utilizarse para tratar casos de diarrea y disentería.
- Antioxidante: Los frutos del madroño son ricos en vitamina C y otros antioxidantes, como las antocianinas y el ácido elágico. Estos compuestos contribuyen a proteger las células del daño oxidativo y a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Digestivo: El consumo de frutos de madroño puede mejorar la digestión y aliviar problemas estomacales, como la indigestión y la acidez.
- Antiséptico: Las hojas del madroño contienen compuestos con propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que las hace útiles para tratar infecciones de la piel y heridas.
Usos culinarios
Los frutos del Madroño, además de ser consumidos frescos, pueden utilizarse en la elaboración de diversas recetas. Algunas de las preparaciones más populares son:
- Mermelada de madroño: La mermelada de madroño es una deliciosa forma de aprovechar los frutos de este árbol. Su sabor dulce y ligeramente ácido la hace perfecta para acompañar tostadas, yogures o helados.
- Licor de madroño: En algunas regiones, se elabora un licor a base de madroños macerados en aguardiente. Este licor es conocido por su sabor dulce y suave, y suele tomarse como digestivo después de las comidas.
- Postres con madroño: Los madroños también pueden utilizarse para preparar tartas, bizcochos, helados o sorbetes, aportando un sabor único y original a estos postres.
Usos ornamentales
El madroño es una planta muy apreciada en jardinería, tanto por su fruto como por su aspecto decorativo. Su corteza, que se desprende en placas, revela una superficie lisa y colorida que varía entre tonos rojizos, anaranjados y verdosos. Además, sus flores y frutos aportan un toque de color en otoño e invierno.
Cultivo y cuidados del Madroño
Condiciones ideales
El madroño es un árbol resistente que se adapta a diferentes condiciones, pero prefiere climas templados y suelos bien drenados. Es conveniente plantarlo en un lugar con exposición al sol o sombra parcial, ya que no tolera bien las temperaturas extremas ni la exposición directa al sol durante todo el día.
Riego y suelo
El madroño necesita un riego moderado y constante, especialmente en verano. No obstante, es importante evitar el encharcamiento del suelo, ya que puede provocar la aparición de enfermedades fúngicas. En cuanto al suelo, es recomendable utilizar una mezcla de tierra, arena y mantillo para favorecer un buen drenaje.
Poda y mantenimiento
La poda del madroño debe realizarse durante el invierno, eliminando las ramas secas o enfermas y dando forma al árbol para favorecer su crecimiento. También es conveniente retirar los frutos maduros para evitar que caigan al suelo y atraigan a insectos y plagas.
Propagación
La propagación del madroño se puede llevar a cabo mediante semillas o esquejes. Las semillas deben ser estratificadas en frío durante al menos un mes antes de sembrarlas, mientras que los esquejes deben tomarse de ramas jóvenes y tratarse con hormonas de enraizamiento antes de plantarlos en un sustrato adecuado.
Preguntas Frecuentes sobre el Madroño (FAQs)
1. ¿Cuál es la mejor época para recolectar los frutos del Madroño?
Los frutos del Madroño suelen madurar entre noviembre y enero. Es importante recolectarlos cuando están maduros, ya que es en ese momento cuando tienen su sabor más dulce y su contenido en vitaminas y antioxidantes es más alto. Para saber si están maduros, fíjate en su color: deben ser de un rojo intenso y tener una textura carnosa.
2. ¿Es seguro comer frutos de madroño?
Sí, los frutos del madroño son comestibles y seguros para el consumo humano. Sin embargo, es importante no excederse en su ingesta, ya que pueden tener un efecto laxante si se consumen en grandes cantidades. Además, es aconsejable lavarlos bien antes de comerlos para eliminar posibles restos de pesticidas o contaminantes.
3. ¿Cómo puedo cultivar un madroño en mi jardín?
Para cultivar un madroño en tu jardín, sigue estos pasos:
- Elige un lugar con buena exposición al sol y con suelo bien drenado. Aunque el madroño tolera cierta sombra, crecerá mejor y dará más frutos si recibe luz solar directa.
- Planta el árbol en un hoyo lo suficientemente grande como para acomodar sus raíces. Asegúrate de que el suelo esté suelto y bien aireado.
- Riega el árbol con regularidad durante el primer año, especialmente en épocas de sequía. Una vez establecido, el madroño es bastante tolerante a la falta de agua, pero es conveniente mantener el suelo húmedo para favorecer un buen crecimiento.
- Abona el árbol con un fertilizante orgánico, como el compost o el estiércol, para proporcionarle los nutrientes necesarios.
- Poda el árbol en invierno para eliminar las ramas muertas o enfermas y para darle una forma adecuada. No es necesario realizar podas drásticas, ya que el madroño tiene un crecimiento lento.
4. ¿Es comestible el fruto del madroño?
Sí, el fruto del madroño es comestible y se consume en algunas regiones del mundo, especialmente en España. El madroño es un árbol que produce una baya redonda y pequeña, de unos 2-3 centímetros de diámetro, que tiene un sabor dulce y un poco ácido. Sin embargo, la pulpa del fruto es dura y seca, lo que hace que no sea muy agradable de comer crudo.
Por esta razón, el fruto del madroño se suele utilizar para hacer mermeladas, licores, y otros productos derivados. También se puede utilizar como ingrediente en la cocina, como por ejemplo para hacer salsas para carnes.
Cabe destacar que aunque el fruto del madroño es comestible, es importante tener en cuenta que las hojas y las semillas del árbol son tóxicas, por lo que no deben ser consumidas. Además, las bayas maduras son las únicas comestibles, mientras que las bayas verdes o inmaduras pueden causar irritación en la boca y el estómago.
5. ¿Cuál es la mejor época para podar un madroño?
La mejor época para podar un madroño depende del objetivo de la poda. Si se desea una poda de mantenimiento, es decir, para controlar el tamaño y la forma del árbol, se puede realizar en cualquier época del año, excepto en invierno cuando el árbol está en su fase de dormancia. Sin embargo, se recomienda realizar la poda de mantenimiento después de la fructificación, que suele ocurrir en otoño o invierno.
Si se desea realizar una poda de rejuvenecimiento, es decir, para eliminar las ramas viejas y fomentar el crecimiento de nuevas ramas, se debe realizar en invierno, durante la fase de dormancia del árbol. La poda de rejuvenecimiento suele ser más drástica que la poda de mantenimiento, por lo que es importante hacerla con cuidado para no dañar al árbol.
En general, se recomienda evitar la poda en primavera o verano, ya que durante estas épocas el madroño está en pleno crecimiento y la poda puede debilitarlo y afectar su capacidad para producir frutos. En cualquier caso, es recomendable informarse sobre las características específicas del árbol y consultar a un experto en jardinería o arboricultura antes de realizar cualquier poda.
6. ¿Cómo se puede propagar un madroño?
El madroño se puede propagar de varias maneras, entre ellas:
- Semillas: se pueden recolectar las semillas del madroño de los frutos maduros y plantarlas en un sustrato adecuado en otoño o invierno. Es importante tener en cuenta que las semillas deben ser estratificadas, es decir, mantenerse en condiciones de frío y humedad durante varias semanas antes de plantarlas, para que germinen correctamente.
- Estacas: se pueden tomar estacas de ramas jóvenes de un árbol maduro y plantarlas en un sustrato adecuado en primavera u otoño. Las estacas deben tener al menos 20 cm de longitud y se deben plantar de forma que quede enterrada al menos un tercio de su longitud.
- Acodo aéreo: esta técnica consiste en hacer una incisión en una rama del árbol y cubrir la zona con musgo y plástico para estimular el crecimiento de raíces en esa zona. Una vez que se han desarrollado las raíces, se puede separar la rama del árbol principal y plantarla en un sustrato adecuado.
- Injerto: se puede injertar una rama de un madroño seleccionado sobre un patrón de otro árbol de la misma familia, como por ejemplo un membrillero. Esta técnica permite obtener plantas con características deseables de la rama injertada, como la calidad y cantidad de frutos.
Es importante tener en cuenta que para propagar un madroño con éxito, es necesario utilizar técnicas adecuadas y contar con un sustrato y condiciones de cultivo óptimas para su crecimiento. Por lo tanto, se recomienda informarse y consultar con expertos en jardinería o horticultura antes de realizar cualquier proceso de propagación.
7. ¿Qué tipo de suelo y riego necesita un madroño?
El madroño es un árbol resistente que puede crecer en diferentes tipos de suelo, aunque prefiere los suelos bien drenados y profundos, con un pH entre 6 y 7. También tolera suelos pobres en nutrientes y ligeramente ácidos.
En cuanto al riego, el madroño es un árbol resistente a la sequía, por lo que no necesita riegos frecuentes ni abundantes. En general, se recomienda regar el madroño cada 7-10 días en verano y cada 15-20 días en invierno, siempre y cuando el suelo esté seco. Es importante evitar el encharcamiento del suelo, ya que esto puede favorecer la aparición de enfermedades y pudriciones.
Es importante tener en cuenta que los requerimientos de suelo y riego pueden variar según las condiciones climáticas y geográficas, así como según el estado y edad del árbol. Por lo tanto, es recomendable informarse y consultar con expertos en jardinería o horticultura para conocer las necesidades específicas del madroño en cada caso.
8. ¿Por qué aparece un madroño en el escudo de la ciudad de Madrid?
La presencia del madroño en el escudo de la ciudad de Madrid se debe a una antigua leyenda que relata que la fundación de la ciudad de Madrid estuvo relacionada con la presencia de este árbol.
Según esta leyenda, en el lugar donde hoy se encuentra la ciudad de Madrid había una extensa arboleda de madroños. El rey Felipe II habría ordenado construir una plaza mayor en ese lugar, y para ello mandó talar los árboles, incluyendo los madroños. Sin embargo, uno de ellos habría sobrevivido a la tala y habría brotado de nuevo después de un tiempo, convirtiéndose en el símbolo de la resistencia y la fortaleza de los habitantes de la ciudad.
Por esta razón, el madroño fue incorporado en el escudo de la ciudad de Madrid, que se oficializó en el siglo XVII. En el escudo, el madroño aparece representado como un árbol frutal con ramas y frutos rojos.
Aunque la leyenda de la fundación de la ciudad de Madrid está basada en una historia ficticia, el madroño se ha convertido en un símbolo muy arraigado en la cultura y la identidad de la ciudad, y es considerado un icono emblemático de Madrid.
Conclusión
El madroño es una planta versátil y atractiva que ofrece múltiples usos y propiedades. Su cultivo y cuidado son relativamente sencillos, y su aspecto ornamental, junto con sus deliciosos frutos, lo convierten en una excelente opción para jardines y espacios verdes. Además, sus propiedades medicinales y culinarias lo convierten en una planta muy valorada en diferentes culturas.
Después de saber algo más sobre este polifacético arbusto te toca protegerlo, cuidarlo y conservarlo para que el día de mañana no sea una pieza de museo y sólo sepamos de su existencia por los libros.