
Un cuarto de siglo riendo, aprendiendo, soñando, compartiendo e incluso llorando por el final de una experiencia que a miles de niños y niñas les tocó vivir en unos tórridos días de verano. Desde el año 1993 han sido muchos los niños que han aprendido lo que significa el compañerismo, la solidaridad, el respeto mutuo o la protección de nuestro entorno natural por citar algunas de las innumerables semillas de vida que cosecharon a su paso por Alquerías, y que a buen seguro germinaron tiempo después.
Tras 25 años los niños de ayer son los adultos de hoy, quizás son ya padres y madres, otros maestros, otros lo mismo médicos y otros posiblemente supervivientes de esta sociedad ingrata, pero todos tienen en común su apego a Sierra Espuña y un montón de experiencias vitales que a buen seguro ayudarán en su devenir diario.

Hoy, en 2018, esa magia sigue viva, los campamentos de verano en el Aula de Naturaleza de Sierra Espuña tienen más sentido que nunca, se declaran en lucha contra videojuegos, teléfonos móviles, televisiones, redes sociales y hasta malos hábitos alimentarios por citar algunas lacras que merman la calidad de vida de nuestros niños y niñas. En sierra Espuña durante unos días nadie está pendiente de los likes, de los follower ni de youtuber de poca monta, no necesitamos ese mundo artificial. Durante una semana volvemos a enchufar al niño que siempre hubo, pero que la tecnología mal empleada nos arrebató. Durante los campamentos no nos interesan modas, ni fichajes de futbolistas famosos, ni trending topic de sucesos virales, sólo necesitamos imaginación, ganas de pasarlo bien y aprender, con eso vamos servidos para pasar una semana irrepetible.
 Muchos son los niños y niñas que se quedan fuera sin poder participar de los campamentos de verano por falta de plazas, eso demuestra la profesionalidad del equipo humano que trabaja con ahínco para ofrecer siempre lo mejor. La demanda es desbordante, es una pena no complacer a todos. Tras 25 años de trabajo bien hecho va siendo hora que desde la administración competente también apueste fuertemente por iniciativas tan necesarias como esta,  y dejen de poner tiritas o tenernos en una lista de espera permanente viendo pasar el momento que nunca llega, es hora de poner medios para mejorar la salud de un equipamiento que también se resiente por el  paso del tiempo, un cuarto de siglo aguantando niños y niñas en sus dependencias es duro y deja huella.  Tenemos el orgullo de afirmar que el Aula de Naturaleza de las Alquerías es de las instalaciones pioneras actualmente en activo realizando actividades de larga estancia de forma ininterrumpida. Va siendo hora de darle un merecido empuje.
Muchos son los niños y niñas que se quedan fuera sin poder participar de los campamentos de verano por falta de plazas, eso demuestra la profesionalidad del equipo humano que trabaja con ahínco para ofrecer siempre lo mejor. La demanda es desbordante, es una pena no complacer a todos. Tras 25 años de trabajo bien hecho va siendo hora que desde la administración competente también apueste fuertemente por iniciativas tan necesarias como esta,  y dejen de poner tiritas o tenernos en una lista de espera permanente viendo pasar el momento que nunca llega, es hora de poner medios para mejorar la salud de un equipamiento que también se resiente por el  paso del tiempo, un cuarto de siglo aguantando niños y niñas en sus dependencias es duro y deja huella.  Tenemos el orgullo de afirmar que el Aula de Naturaleza de las Alquerías es de las instalaciones pioneras actualmente en activo realizando actividades de larga estancia de forma ininterrumpida. Va siendo hora de darle un merecido empuje.
Por años que pasen, por más tecnología que nos embobe y por más modas que nos aturden, los campamentos de verano de las Alquerías seguirán siendo una buena medicina contra el hastío y la mala vida urbana. La ruralidad sigue viva y seguiremos enchufando energía montaraz para condimentar vidas insulsas en inolvidables momentos grabados a fuego en la retina. ¡Nos vemos en Sierra Espuña donde todo sucede y nada se olvida!
¡Crezcamos siendo niños hasta la vejez!
¡Contra el aburrimiento una buena dosis de campamento!
 
 			  
 		





